Hoy llamé a la casa a averiguar como estaban y mi hija pidió el teléfono para hablar conmigo. Su pregunta fue:
Mamá, estás bien?
La pregunta me sorprendió; por general soy yo quien pregunta por su bienestar pero nunca soy tan directa ni tan general como lo fue ella. Aveces me asombra que sin verme tenga la capacidad de sentir mi alma.
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