viernes, 27 de enero de 2017

Quiero casarme contigo mamá.

La vida me hizo pensar en algo que no había concebido o me había rehusado realizar alguna vez: El casarse.

Mi hija de 3 años, desmenuzando su canción: 
"Arroz con leche
me quiero casar con una señorita..."
(debo confesar que 2 días intenté sabotear cambiando las palabras de la canción para ella dijera que NO se quiere casar)

Me dice que ella si se quiere casar, que cuando sea grande se quiere casar conmigo.
Mi mente, debo decir que, voló. 
¿Que sucede?
¿La canción le enseñó a querer algo que no sabe?
¿Le provoca confusión de género?
Y cuando me cansé de divagar en posibles teorías la pregunta fue: 
¿o será que le parezco la mejor persona y no quiere separarse de mí?

Por la experiencia de vida trasmitida por mi familia, mis observaciones de todos los personajes que viven a mi alrededor, mis lecturas, mis películas sobre la convivencia en la vida conyugal me hicieron pensar que el matrimonio es algo que no tiene sentido; lo pensé tanto que llegué a convencerme a mi misma que ese proceso debería ser lo mas aislado y fríamente definido como un mero trámite de una asociación por papeles.

Ella concibió ideas en mi mente y sin duda tocó mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario